¿Cómo el orden interno define tu estado de salud?


El Ser Humano en un Orden interno es la expresión de salud y el Desorden interno es la expresión de Enfermedad.

Imagen de un sunset representando el orden natural de la vida

¿Has pensado alguna vez que tu bienestar podría reflejar simplemente el equilibrio interno de tu cuerpo?

En la Materia Médica de Homeopatía, en el párrafo 10, menciona que el organismo material sin la fuerza vital (la armonía de funcionamiento en todas sus partes) se corrompe, se destruye, se deteriora y finalmente se vuelve incompatible con la existencia tridimensional y terrenal. 

Es decir, deja de existir. 

El proceso de la enfermedad 

Hahnemann, fundador de la homeopatía, dejó bien en claro que antes de cualquier proceso mórbido (es decir, enfermedad); siempre hay una causa de alteración inmaterial que afecta el correcto y sabio funcionamiento de todo el organismo. 

Los síntomas y signos inicialmente, nos permiten reconocer una alteración del estado de equilibrio o salud. Si esto continua, comienza alterar profundamente el equilibrio de todo el organismo, deteriorando el normal funcionamiento y dejando alteraciones materiales en los órganos. Estas secuelas inclusive pueden abarcar más de una zona corporal, haciendo que el organismo en general se deteriore, comprometa su funcionamiento y deje lesiones en forma definitiva. 

Todo esto se lee en el sustento también en el párrafo 11 del Organon:

Cuando una persona cae enferma es solo esta fuerza vital, espiritual y automática, que actúa por sí misma en todo el organismo, lo que perturbada fundamentalmente por la influencia dinámica del agente mórbido y que existe en todo el organismo, es hostil a la vida; es solo la fuerza vital, desarreglada que va llevando al organismo en mal funcionamiento a producir un mal mayor como las lesiones en su estructura.

Es así como empieza toda enfermedad, primero las sensaciones de malestar, alteraciones, etc. Luego de afectado el funcionamiento, viene la alteración de  la estructura, el colapso del funcionamiento del sistema, deterioro de mayor número de estructuras, la incompatibilidad de vida (necesitando soporte para mantener el organismo vivo). Posteriormente, el colapso total por deterioro mayor de funcionamiento, haciendo incompatible con la vida material y tridimensional, muriendo finalmente.

Manifestaciones comunes de la enfermedad

Las diversas manifestaciones de la falta de salud empiezan en el habla, como cuando uno le pregunta al paciente: ¿CÓMO SE SIENTE?, ¿CÓMO ESTÁ?, y este contesta MAL, ME SIENTO MAL.

Esto porque ningún sentimiento que el hombre pueda tener, carece de propósito, pues nada en el universo en el que vivimos carece de uso, todo tiene una razón. 

Y así mismo, el médico evalúa la profundidad de la enfermedad al repreguntarle nuevamente: 

¿Por qué viene?

A lo que el paciente puede responder, por ejemplo:

  • Porque me siento mal. (sentir)
  • Porque tengo este malestar. (tener)
  • Porque soy un enfermo de este mal. (ser)

Son 3 diferentes niveles de profundidad (sentir, tener y ser), siendo el último nivel el más avanzado porque la enfermedad se convierte en su nueva identidad “él es el enfermo”.

Con lo que la enfermedad le quita la libertad al ser humano y lo convierte en enfermo o mejor dicho en ser enfermo y ya no ser humano. Su vida tiene un gran cambio, uno radical, uno que si se hace crónico o incurable determinará una vida distinta de existir.

La finalidad del médico con su paciente consiste en restablecer la libertad de todas sus funciones corporales y mentales, para mantenerlo autónomo en libertad de Sentir, Pensar y Hacer. 

Reflexión final sobre el orden interno del Ser Humano

Las perturbaciones morbosas de la enfermedad, se pueden percibir solo por medio de la expresión de la enfermedad: en las sensaciones, en las acciones de sus funciones y en las limitaciones definitivas producidas por el deterioro total de las funciones normales del cuerpo

Si no hubiera ninguna influencia perturbadora  en el interior del cuerpo del ser humano, nunca tendría síntomas, signos o enfermedad alguna.

Entonces, si el orden interno es vital para nuestra salud, ¿no deberíamos esforzarnos más por cultivar y mantener esa armonía cada día? La respuesta a esta pregunta podría ser la clave no solo para una vida más saludable, sino también para una existencia más plena y consciente.

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Javier Ortega

Médico cirujano y especialista en Homeopatía, con más de 30 años de experiencia sanando y recuperando la energía vital de muchas personas en todas partes del mundo. Para atención personalizada, reserva tu cita a través del link en la página de inicio o envíanos un mensaje a WhatsApp +51 987 774 871

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