La homeopatía se basa en 7 principios sólidos y fundamentales:
Fuerza vital
Samuel Hahnemann describe la fuerza vital como aquella que gobierna y mantiene en equilibrio al organismo. Cuando enfermamos es porque ha habido una alteración de la fuerza vital y para sanar debemos re establecerla.
Individualidad de la enfermedad
Cada persona presenta características únicas al enfermar. Por ejemplo, una persona que contrae un resfriado puede presentar estornudos frecuentes, lagrimeo y secreción nasal y otra persona puede tener estornudos espasmódicos, picor en el paladar y mejoría con el calor. Ambas personas tienen un resfriado pero se tratan homeopáticamente diferentes porque tienen individualidad morbosa.
Individualidad medicamentosa
El tratamiento homeopático es individual a cada persona y se diseña a través del estudio completo de la sintomatología del paciente.
Dosis infinitesimales
Los medicamentos homeopáticos se preparan a través de las diluciones y dinamizaciones sucesivas, así se logra que sea inocua, aumentando la energía de las moléculas y disminuyendo su materia.
Ley de similitud
Un remedio homeopático aplicado en un hombre sano produce unos síntomas. Si esos síntomas coinciden con la sintomatología de un enfermedad se podrá curar. Por ejemplo, Aconitum en un hombre sano produce fiebre alta de inicio repentino, con piel seca y caliente, sin sudor y sin sed. En un hombre enfermo que tenga este tipo de fiebre se le administrará Aconitum para curar el cuadro.
En cambio, la medicina convencional se rige por la ley de los contrarios. Es decir, los medicamentos convencionales van siempre contra el síntoma (anti-). Por ejemplo, para la fiebre se prescribe anti-térmico, para una infección se usan antibióticos.
Miasmas
Los miasmas en homeopatía son la fuente de origen de enfermedades crónicas. Se clasifican en 3 tipos: la Psora, Sicosis y Sifilis. El análisis del miasma nos permite entender el desequilibrio vital de una enfermedad para llegar a su diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
Experimentación pura
Hahnemann afirmaba que sólo conoceremos los medicamentos experimentando con ellos, en dosis infinitesimales, sobre un organismo sano, en diferentes individuos, con diferentes edades y de diferente condición, con el fin de descubrir que síntomas y signos produce el remedio a nivel físico y psíquico.
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